A pesar de que en este blog hemos hablado mucho sobre alquimia, su origen, objetivos (búsqueda de la piedra filosofal y el elixir de la vida), e incluso hemos hablado de los alquimistas más famosos de todos los tiempos, aún no hemos tenido la oportunidad de detenernos a examinar y a hablar de los elementos en los que está basada.
Como podrán imaginar, la alquimia sentó sus bases en los cuatro elementos de la naturaleza, es decir, Tierra, Agua, Aire y Fuego que al ser unidos, se suponía, daban como resultado un quinto elemento, mejor conocido como la quintaesencia y que era considerada como la representación de la perfección y la pureza. Algunos creían que este quinto elemento se alcanzaba cuando se lograba transmutar cualquier metal en oro; aunque hay quienes afirmaban que la verdadera transmutación resultante de la combinación de los cuatro elementos alquímicos era el alma.
Es importante tener presente, sin embargo, que la alquimia más antigua no se refería a estos elementos como los concibe actualmente la química o la física modernas, para la alquimia estos elementos eran simples cualidades primarias existentes en todas las cosas.
El filósofo griego Empédocles entre los años 493-434 a.C estudió ampliamente el tema y los llamaba las 4 raíces, pues los elementos eran vistos como la raíz de todas las cosas, algunos filósofos y estudiosos posteriores a Empédocles, como es el caso de Aristóteles, siguieron los preceptos de éste.
También es importante hacer notar que para la alquimia cada uno de los cuatro elementos, conocidos también como elementos iniciáticos representaba un temperamento o cualidad distinta: el fuego era el impulso; la tierra, la forma; el agua la formación y el viento el movimiento. Sin embargo, los elementos de la alquimia pueden también ser vistos como elementos activos masculinos, aire y fuego; mientras que los elementos pasivos femeninos son el agua y la tierra. Por último, hay quienes afirman que los elementos alquímicos guardan estrecha relación con el estado en que la materia se presenta en la naturaleza, de esta manera, la tierra representaría el estado sólido; el agua, el líquido; el viento el gas; y por último el fuego representaría la energía.
Pero hablemos más detalladamente de los 4 elementos de la alquimia:
- Tierra: como pasivo femenino es la forma, la razón y el sentido común.
- Aire: considerado un activo masculino, el aire se asociaba con la creación y también con el origen de la palabra, por ende, de la comunicación. Además de representar al movimiento eterno.
- Agua: fuente y origen de todas las cosas, considerada femenina y madre de todo lo existente, fuente de purificación eterna.
- Fuego: el fuego era un elemento activo masculino que simbolizaba la energía y el movimiento, al igual que el agua, tenía el poder de la purificación y representaba además la luz y el calor.
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