miércoles, 23 de noviembre de 2011

Poltergeist

Poltergeist es un palabra que deriva del alemán Poltern (hacer ruido) y de Geist (espíritu) y básicamente el fenómeno poltergeist en el ámbito de la parapsicología se trata de manifestaciones a través de ruidos y movimientos de objetos que posee dos explicaciones: telequinesis involuntaria, o aparición de espíritus; ambas teorías son validas.

Ahora bien, si tenemos que dar una descripción de lo que es un fenómeno poltergeist, podemos decir que las historias y los testimonios se centran típicamente en los latidos, los golpes, los sonidos, pasos e incluso movimientos de objetos y sacudones en camas, sillas, o sillones sin razón aparente y sin ningún tipo de origen, aunque básicamente para dar una definición fácil de entender, diremos que el fenómeno poltergeist se dan en las llamadas casas embrujadas.

Como bien hemos dicho existen diversas teorías que explican al fenómeno poltergeist y a demás de las mencionadas anteriormente, la parapsicología también analiza la hipótesis de que el fenómeno poltergeist puede generarse alrededor de una persona que se denomina “foco”, y que habitualmente son jóvenes que atraviesan la pubertad. Se dice que este fenómeno es la manifestación hacia el exterior de algún trauma psicológico y se cree que se manifiesta por la impotencia de poder expresar algún sentimiento maligno o de ira.

Por otra parte también se cree que el fenómeno poltergeist se genera cuando una persona fallece en medio de un sentimiento muy grande de odio y teniendo en cuenta que las investigaciones pertinentes han llegado a la conclusión de que los fantasmas son simplemente impresiones del alma, se dice que cuando hay un sentimiento una emoción extremadamente fuerte, el alma plasma ese sentimiento en el ambiente. No obstante algunos casos de fenómenos poltergeist son descritos como capaces de tomar no solo una forma sino también una personalidad, algo que sin duda nos sugiere la existencia de algún tipo de conciencia e intención. Por otra parte también existe una teoría científica que intenta explicar el origen y las causas del fenómeno poltergeist, y la explicación es la electricidad estática, los campos electromagnéticos y el aire ionizado, y hasta incluso en sus investigaciones citan a los fraudes.

Fenómeno poltergeist: la diversión de los espíritus.

El fenómeno poltergeist es considerado popularmente como una maldición, pero muchas personas los consideran como un divertimento de los espíritus que habitan en alguna casa. Ahora bien, esta diversión puede tener diferentes tipos de connotaciones porque muchas veces, las intenciones de estos fantasmas suelen ser echar a las personas que viven en el hogar para poder quedarse con la propiedad. En estos casos, podemos decir que la diversión de los fantasmas es precisamente provocar el fenómeno poltergeist con la intención de asustar a las personas que lo presencian. Muchas veces, estas manifestaciones suelen ponerse algo violentos, y así terminan por dañar a las personas psicológicamente; por otro lado, si bien es difícil que un fantasma lastime físicamente a una persona mediante un fenómeno poltergeist se han conocido casos en donde muchas personas han salido golpeadas después de un ataque así.

Los espíritus que se manifiestan en fenomenos poltergeist violentos suelen divertirse con lo que hacen, a pesar de estar actuando por un impulso de ira y maldad, por eso se cree que los mismos disfrutan haciendo estas cosas. También existe el fenómeno poltergeist inofensivo, en donde los fantasmas simplemente se divierten cambiando las cosas de lugar, desordenando, de hecho, en muchos videos que han registrado fenomenos poltergeist y han sido analizados por profesionales, se puede observar como la ropa vuela de los cajones al piso, o como los utensilios se mueven solos en la mesa cambiándose de lugar.

También es común que cambien las cosas de lugar, por ejemplo, si una noche nos vamos a dormir y dejamos los zapatos junto a la cama, es probable que al día siguiente los encontremos en la cocina o en el living de la casa. Ver libros y todo tipo de objetos volando, ventanas y puertas abriéndose y cerrándose, son las típicas características del fenómeno poltergeist, y precisamente este es el factor que asusta tanto a la gente, el no encontrar una explicación a la actividad paranormal en su propia casa puede llegar a volverlos locos. Por último no queremos dejar de mencionar que un estudio reciente que se ha hecho sobre diferentes casos de fenomenos Poltergeist llegó a la conclusión de que el 68% de los casos analizados, consisten en movimientos de objetos pequeños; el 58% de las veces, suele intensificarse esta actividad en la noche; en un 48% de los casos, hubo objetos golpeados violentamente y hasta rotos, el 24% de los casos, el fenómeno poltergeist duró más de un año hasta que la casa fue bendecida; y en el 16% de los casos existió la comunicación entre los espíritus y los agentes.

Según otra opinión, los fantasmas y poltergeists son meras “grabaciones”. Cuando existe una emoción intensa, a veces minutos antes de la muerte -o no-, la misma queda grabada en algún lugar, o en la “tela del tiempo”. Esta grabación continuará sonando y jugando repetidas veces hasta que tal energía se disperse definitivamente.
No obstante, algunos poltergeists han tenido la capacidad de articularse y de adquirir personalidades distintas… Los especialistas dedicados a la proyección astral han informado la existencia de formas de vida astrales no amigables, que Robert Bruce llamó “negs” (identificables con los citados “elementales”). Si existen, éstos podrían manar y  afectar al mundo físico.
"el blog que no ebe ser nombrado" - Shaka -

martes, 15 de noviembre de 2011

Seres negros y bajos astrales

Los practicantes de la magia negra utilizan el llamado “bajo astral” para dominar y hacer daño. El bajo astral es una zona intangible, de otro plano de existencia (otra dimensión), donde se mueven seres negros, entes también llamados ‘bajos astrales’ y que, al ser invocados, traen siempre dolor, malestar y sensaciones y sentimientos no deseados. Pero también sucede que muchas veces, somos nosotros mismos quienes llamamos o atraemos, aunque sea sin darnos cuenta, a los seres oscuros del bajo astral.
 
Les permitimos acercarse a nuestro plano material, contactar con nuestro mundo, a través de nuestros pensamientos de odio, envidia, venganza o malestar, y que dirigimos hacia quien creemos que nos ha lastimado, o sentimos que nos molesta.
 
Los seres negros se pegan a las paredes de las casas y a nosotros mismos, por lo que es difícil desprenderse de ellos. Y por esa misma razón, los lectores deberían tener esto bien en cuenta, antes de permitirse o fomentar pensamientos negativos hacia alguien.
 
Siempre es mejor llenarse de luz, vibrando en positivo y enviando esas ‘buenas vibraciones’ a los demás, ya que las ‘malas vibras’ siempre aportan negatividad. Así es: los sentimientos negativos como los miedos, la envidia, la ira, la depresión, etcétera, son los generadores de esa energía nociva, oscura y negativa que muchas veces se deposita en los hogares produciendo extraños fenómenos o ruidos, que comúnmente son confundidos con espíritus o almas de personas fallecidas.
 
Esta negatividad, como ya indicamos antes, mayormente transita en lo que se llama “bajo astral”, que es la zona del plano astral más densa y más cercana al plano terrenal. Dentro del astral hay diferentes niveles y, para entender un poco más este concepto de ‘mundo o plano astral’, nos ayudará el saber que, simultáneamente a este mundo en el que vivimos y al que llamamos tridimensional, existen otras dimensiones paralelas, que no las podemos ver ni percibir porque se encuentran en una “frecuencia vibratoria” distinta a la nuestra, y que no ocupan el volumen ni el espacio tal como lo conocemos.
 
Una de estas dimensiones paralelas, la de mayor densidad y la más ‘baja’ o cercana a nosotros, es la que alberga a estas entidades negativas y se denomina ‘bajo astral’. Cuando hablamos de ‘bajos astrales’ o ‘seres negros’, estamos haciendo referencia a entidades espirituales de muy baja vibración energética que, debido a diversos motivos y a pesar de estar ya desencarnados, “conviven” a nuestro lado sin nosotros notarlo, precisamente porque hay pocos seres humanos que tengan la capacidad de verlos y percibirlos. Y en no pocas ocasiones, uno de estos ‘bajos astrales’ se ‘enquista’ a la espalda de una persona y comienza a tratar de perjudicarla a través de sus vicios y debilidades, ya sean éstas de índole adictivo (drogas, alcohol, tabaco, sexo) o afectivas (celos, envidia, desconfianza)… A esta acción del ‘bajo astral’ se la llama también ‘contagio’ y es una de las formas conocidas de posesión.
 
Por tanto, quien tiene alguna de estas debilidades o vicios, el ‘bajo astral’ se las aumenta hasta límites elevados, hasta el punto en que a esas personas contagiadas les comienza a resultar imposible la convivencia con su entorno, ya sea laboral o familiar. Pero también puede ocurrir que ese ‘contagio’ ocurra en personas que estén libres de las antes citadas debilidades.
 
En estos casos, y a causa de las malas energías que emiten dichas entidades, una situación de vida que hasta ese momento era normal, comienza a tener inconvenientes y complicaciones que la persona afectada no sabe con certeza de dónde provienen. Debemos entonces protegernos (si es necesario recurriendo a la ayuda de un parapsicólogo o de un experto en estas temáticas) de estas agresiones que, pese a ser invisibles e imperceptibles, en muchos casos pueden cambiar peligrosamente la vida de muchísimas personas. Obsesiones e impregnaciones La obsesión espiritual es otra de las formas de posesión que se conocen, y es algo más intensa -y por ende también más dañina y perjudicial- que la denominada ‘contagio’ o ‘enquistamiento’. Se produce cuando un ‘bajo astral’ se ‘pega’ a una persona con fines altamente negativos, y ésta pasa a ser y estar inmediatamente “obsesada” por estas negativas entidades espirituales.
En estos casos, suelen producirse fuertes dolores de cabeza, contracturas y hasta dolores de espalda y/o cervicales; y puede ocurrir también que surjan pensamientos destructivos que lleven a un individuo a un comportamiento extraño y agresivo, contra los demás o contra sí mismo, y sin ningún motivo aparente. Cuando esto ocurre, debe realizarse un proceso de “desobsesión” y quien lo lleve a cabo debe conocer bien el trato a dar al “obsesor”, es decir, al bajo astral o ente oscuro. Hay que indicar claramente y recalcar que estos casos son auténticos casos de ‘posesión’ y que por tanto, para resolverlos hace falta y es necesario un completo exorcismo, en una de las modalidades que existen de dicho ritual.
 
Hay distintos tipos de “obsesiones”, pero para todos ellos existen soluciones, y la persona, una vez exorcizada y liberada, recupera rápidamente su estabilidad emocional y física. Es muy importante solucionar estos casos lo antes posible, pues de lo contrario, cuando se pasan los límites tolerables, el individuo o persona afectada puede llegar rápidamente a padecer esquizofrenia. Por otra parte, las impregnaciones espirituales se producen cuando alguna frecuencia energética negativa, o también un ‘ente negro’ o ‘bajo astral’, se incorpora o penetra en algún tipo de material, ya sea pared, techo, piso, muebles, etcétera, de una casa o negocio; y asimismo pueden también tener lugar por presencias espirituales de baja vibración energética.
 
Si el material impregnado es poroso, es factible detectarlas visualmente, ya que pueden llegar a adoptar formas definidas (rostros, figuras de animales, o ser simplemente manchas informes). Puede ocurrir también que cuando en algún lugar hay impregnaciones negativas, aparezcan desagradables manchas de humedad sin ningún motivo “material” que las provoque. Como este tipo de impregnaciones emiten una energía muy negativa, es muy posible que cuando nos encontramos en lugares donde la impregnación se halla presente, comencemos a sentir angustias, tristezas, temores o depresiones, sin conocer realmente el motivo que nos provoca estos sentimientos negativos.
 
Este fenómeno ocurría también en las fotografías (ahora ya cada vez menos, con el auge de las cámaras digitales): no sólo se impresionaba la película con la imagen a fotografiar, sino que podía también impregnarla algo o alguien que no se veía a simple vista en el lugar donde tomábamos la fotografía; en no pocas ocasiones y para nuestra sorpresa, cuando la película era revelada, aparecían distintas entidades espirituales o manifestaciones energéticas de distinta índole.
 
Existen también las impregnaciones “positivas” y por supuesto, en el lugar donde se encuentran éstas, la emisión de energías es altamente beneficiosa, y ello nos lleva a sentir y experimentar un estado de paz, tranquilidad y serenidad muy satisfactorio.
 
Debemos estar siempre atentos a la aparición de estas impregnaciones para que, si al producirse detectamos o notamos que emiten negatividad, podamos revertir esta circunstancia. 

"el blog que no debe ser nombrado" - Shaka -

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Evengelios Gnosticos.

Los evangelios gnósticos forman parte de los evangelios apócrifos, es decir, aquellos escritos bíblicos que no forman parte de la Biblia. En el año 393, durante el Concilio de Hipona se decidió la lista de textos bíblicos que quedarían integrados en la Biblia que todos conocemos hoy en día, conformada por 46 libros en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento.
Por su parte, los evangelios gnósticos son textos escritos en copto y que fueron encontrados por un campesino en 1945 cerca de Nag Hammadi en el alto Egipto. La vasija donde fueron encontrados contenía 13 libros de papiro, con 45 textos que, en su gran mayoría no eran conocidos pero hablaban, al igual que los evangelios canónicos, de la vida de Jesús aunque de una forma distinta a los evangelios canónicos, por ejemplo, en uno de ellos existe la noción de que Jesús y María Magdalena estuvieron casados.
De acuerdo con los análisis realizados a dichos documentos se pudo demostrar que fueron escritos alrededor de los años 350 y 400 d.C; sin embargo, como es muy probable que hayan sido traducidos del griego al copto, se ha especulado que los originales en griego quizá hayan sido escritos entre los años 120 a 150 d.C, y ahí es precisamente donde comienza la polémica, pues estarían muy cercanos a las fechas de los Evangelios Canónicos que componen el Nuevo Testamento (60-110 d.C) y entonces surgiría la pregunta ¿ya se tenía conocimiento de la existencia de estos documentos durante el Concilio de Nicea? y de ser así ¿por qué no fueron incluidos como parte del Nuevo Testamento?
Como lo comentábamos al inicio del párrafo anterior, los documentos encontrados en Nag Hammadi son 52; sin embargo, sólo 4 de ellos se encuentran en el rango de evangelios:
  • Evangelio de Tomás: es quizá el más importante de todos ellos, está formado por 114 dichos atribuidos a Jesús mientras hablaba con sus discípulos y se asemejan mucho a los 4 evangelios canónicos del Nuevo Testamento.
  • Evangelio de Felipe: al igual que el evangelio de Tomás, se conforma por 143 dichos y fragmentos de conversaciones de Jesús con sus discípulos. La importancia de este evangelio radica que en el aparece la noción de que María Magdalena era la compañera (¿esposa?) de Jesús; este evangelio habla además de la posibilidad de que Jesús no haya resucitado de la muerte y, por último, menciona que María no fue concebida por el espíritu santo.
  • Evangelio de Valentín o de la Verdad: más que estar escrito en forma de evangelio, este texto parece ser un sermón, consta de 53 sentencias y fue duramente criticado por Ireneo.
  • Evangelio de los Egipcios: es uno de los textos que más se acercan a los evangelios canónicos; tiene una fuerte referencia esotérica y mitológica que habla de Set como salvador en la figura de Jesús.
Otros textos que no forman parte de los que se encontraron en Nag Hammadi, pero con un fuerte estilo gnóstico y que datan de la misma época son:
  • Evangelio de María Magdalena: este no forma parte de los evangelios encontrados en Nag Hammadi, fue escrito aproximadamente en el siglo III y fue hallado en 1896 y, aunque no existe un autor, los estudiosos lo atribuyen a María Magdalena, pues habla de una discípula de Jesús de nombre María.
  • Evangelio de Judas data aproximadamente del siglo II d.C, en él se reivindica la figura de Judas Iscariote y se le ve como un discípulo que sólo siguió los designios de Dios, mientras que en el Nuevo Testamento se le trata como un traidor.
  • Evangelio de Juan, al igual que el Evangelio de María Magdalena forma parte de la colección de papiros coptos de Berlín y en él se habla de una aparición de Jesús a Juan posterior a la resurrección y subida al cielo.
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